Comprender un texto en el nivel literal es comprender todo aquello que el autor comunica explícitamente a través de este. Es decir comprender todas las palabras que aparecen en él (o al menos las palabras son indispensables para entender el sentido de un texto), comprender todas las oraciones que hay escritas en él y comprender cada párrafo para llegar a una idea completa de lo que el autor ha escrito.
Para comprender un texto a nivel
literal, el lector recurre a todo el vocabulario que posee y que ha venido
adquiriendo desde cuando nació.
Además recurre a los
diferentes significados que puede tener una palabra en el uso coloquial o
cotidiano, en ciertas regiones, o en ciertos contextos. Recurre a su
conocimiento intuitivo (o académico) de
cómo funciona su lengua, como se estructuran las oraciones y los párrafos, que
quieren decir ciertas expresiones en su cultura o en su lengua en general y
recurre también al sentido común de cómo se establecen ciertas relaciones entre
ideas. (Ministerio, 2006, p. 9).
Para
desarrollar este nivel debe desarrollar y dominar las siguientes operaciones y
estrategias.
ESTRATEGIA: Uso de la contextualización,
sinonimia, antonimia y radicación.
Ejemplo de
Contextualización
“La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea:
es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos a
pronunciar dos monosílabos: Si o No. En su
brevedad instantánea como a la luz del relámpago se dibuja el signo
contradictorio de la naturaleza humana. Octavio Paz, La otra voz”
Imaginemos que desconocemos el significado de la palabra BREVEDAD; por el contexto y por la comparación
que se establece podemos inferir que se refiere a un cortísimo espacio de tiempo, a un instante.
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